martes, 4 de junio de 2013

‘El lugar del fuego’ (obra incompleta e inédita)

 ‘Quemaron perfumes para alejar a los diablos, y nos dejaron solos’
Marguerite de Yourcenar

Unamujermira a unjabalímuerto.

Vicente-¿Qué le pasó?
María lo mira, fijo, como si la hubiera interrumpido en algo importante y profundo. Después de un rato, sin dejar de mirar al animal, habla por fin.
María-Murió.
Los dos se quedan quietos, mirando al jabalí muerto.
Vicente-¿Te ayudo a enterrarlo?
María-No.
Vicente no dice nadie
María-No lo voy a enterrar ahora.
Vicente-¿Lo conocías?
María-Claro, este era doméstico, estaba con nosotras. (mira al jabalí un rato, como si intentara entablar un diálogo misterioso con el alma del animal muerto) Ayer hizo un sonido que nunca había hecho en su vida, casi humano, pensé que me había hablado, ¿qué dijiste? le pregunté, pero, claro, no me dijo nada. Después se tiró a mis pies y miró al techo. Los animales nunca miran para arriba.
Vicente-¿Al cielo?
María-A dios. A los pastos altos.
Vicente-¿Por qué tiene sangre? ¿Cómo murió?
María-Quién sabe. Alguna pelea nocturna para demostrar que tenía instinto (María lo mira a Vicente) No se te nota qué edad tenés, no podría decirte qué edad tenés.
Vicente-Soy joven.
María-¿Vos por qué seguís acá?
Vicente-Hablé con la otra mujer.
María-Mi hermana.
Vicente-Ah. Me dijo que me podía quedar hoy.
María-¿La besaste?
Vicente-No.
María- ¿Y mañana te vas?
Vicente-Me voy a quedar unos días
María- No tenemos plata
Vicente-No necesito, sólo algo para comer.
María-¿Sos de esos hombres que se sirven triple ración?
Vicente-¿Cómo?
María-Si sos de repetir el plato, servirte de vuelta, picotear de la fuente, esas cosas.
Vicente-Puedo no hacerlo.
María-No lo hagas, entonces. ¿Y ropa? No trajiste nada, bolso, nada, ¿no tenés recuerdos, libretas de viaje, cepillo de dientes, bufanda para el frío, par de medias extra?
Vicente-Nada

María se lo queda mirando

María-¿Creés en los demonios?
Vicente-No
María- Mirá para allá (le señala un lugar adelante) esa es la luz mala
Vicente-¿Qué cosa?
María-Esa luz refulgente ahí adelante, entre los pastos
Vicente-¿Y qué es?
María-El diablo
Vicente- ¿Qué hace?
María-Si lo mirás mucho rato te captura, te hace de él
Vicente-Yo lo miré bastante recién, ¿cuánto tiempo es mucho?
María-Según la persona, según cuán propensa tenga el alma. No mirés más, por las dudas. ¿Vos sos buena persona?
Vicente-Sí
María-No se ve tan claro. En el terreno de al lado vivía una familia, una mujer, su marido y una hija adolescente. Un mes antes de que la chica cumpliera quince, el padre la mató y después se mató él. La mujer, que quedó viva, sin hija ni marido, no pudo explicar nunca por qué pasó eso. No tiene idea. Vivían los tres juntos y ella nunca vio nada. Un día, se encontró a dos cadáveres, su marido y su hija, y no supo qué decir, no tenia ni por dónde empezar a pensar. ¿Le creemos? ¿Pudo ella no enterarse de nada de lo que pasaba en esa casa? ¿Le pueden haber escondido un secreto tan grande? A ella no la mataron, al tipo no le importó, la dejó viva, no se preocupó por lo que sería la vida de ella después de eso, el escarnio y la desolación, ella ni siquiera era parte de ese triángulo de muerte, la dejaron afuera, no existía en esa historia, daba igual.  Si la amaba, la hubiera matado, la hubiera hecho formar parte, la hubiera incluido. Su hija y su marido compartían algo de lo que ella no estaba enterada, algo oscuro, algo de sangre. La mujer se había ido de visita dos días a lo de su hermana que vivía a trescientos kilómetros y estaba parturrienta y dolorida; cuando volvió, no tenía nada, sólo el horror y la casa sucia y vacía. Dicen que en un estante del living, había tres libros, La Biblia, un libro de Cocina Fácil de Invierno, guisos, pucheros y esas cosas, y uno sobre tipos de flores silvestres que venía hace unos años en un suplemento de jardinería, se lo había regalado él a ella cuando cumplieron diez años juntos: ‘Me hacés sentir una felicidad perfecta’, decía en la primera hoja, sobre un pastizal verde. Los que la conocían dicen que  ella lo amaba, parece que tenían  sexo con cierta regularidad, se saludaban con un beso en la boca y cada tanto se decían cosas lindas, se emborrachaban cuando hacían asados y bailaban cumbia, yo los vi; y un domingo por mes iban al cine y después a comer pizza. Un día, tal vez el primero que el hombre queda a solas por varias horas en la casa, va y mata a la hija, a la hija de ambos y después se mata él, cortándose el cuello y dejando un reguero de sangre impresionante por toda la habitación. Y a su esposa, no le hace nada, ni la toca, ni se mancha con su sangre, ni le abre la carne para ver qué tiene adentro. ¿Por qué? Esta mujer vive y no entiende lo que le pasó a su familia, no tiene ni una pista, es como una mala novela en la que las cosas pasan sin razón, traídas de los pelos. Ahora una masacre, ¿por qué? Porque sí, para que haya un poco de acción. No sólo no entiende qué pasó esa tarde en la que el hombre asfixió a la chica y después se cortó la yugular, sino antes, mucho antes, cuando ella no se enteraba de nada y su marido y su hija estaban en algo que terminó en crimen.
Vicente-¿Te gustan esas cosas?
María-Un poco.
Vicente-¿Ese día vos estabas acá?
María-No quiero hablar de eso.
Vicente-Estuviste hablando de eso sin parar
María-No de eso, me hacía preguntas sobre eso.
Vicente-¿Él parecía un buen hombre?
María-Sí, no especialmente pero sí.
Vicente-¿Te hubiera podido seducir?
María-No, no era mi tipo.
Vicente-¿Era muy qué?
María-Amable (sonríe) pero ya ves que no, que me equivocaba. Igual él no me miraba, no era uno de esos que miran, más bien reservado, más de espiar -como vos- que de mirar a los ojos.
Vicente-¿Hablar de cosas horribles te dan ganas de emborracharte?
María-Sí.
Vicente-Yo tengo


Saca una petaca y toman.

Agustina Muñoz

Buenos aires, 1985.
Es actriz en teatro y cine, directora y dramaturga. Algunas de sus obras son "Las mujeres entre los hielos" (Camarín de las musas, 2007), "El calor del cuerpo" (Camarin de las musas, 2008 y 2009), "Toda esta gente. Una conferencia" participando del ciclo Performance. Revolución. Rojas, "Neón" (Camarin de las Musas, 2011). Sus últimos trabajos como actriz son "Si el destino viene a mí", de Mariana Oberzstern en El Extranjero Teatro. Y protagonizó la película "Viola" de Matías Piñeiro. 

contacto: agustinacaterina@gmail.com


Te invitamos a compartir este comundrama haciendo clic en el icono de tu red social favorita, aquí debajo. De esta manera colaboras para que el material se difunda y mas personas publiquen por este medio. Saludos y muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario