Bambi es tímido, crecen sus cuernos y los niega, no los lustra, los esconde y los deja confundir entre las ramas.
Bambi dice que te quiere escuchar, que le gustan tus ojos y también la mirada. Dice que puede ver el estanque de agua plateada silbante que habita en tu corazón de pájaro azul.
Hay una bruja, saca su mano enguantada en cuero negro y quiere robar mis huevos de pascuas o los rellena con aliento amargo. A veces me doy cuenta, otras no porque pienso en el pájaro.
Bambi propone “Juntémonos a vomitar murciélagos” dice que le gusta tu talón y tu Aquiles y que si queres hacemos una casita del árbol. Ahora Bambi es valiente.
La niña africana quería leer poesía esta noche, ja ja ja, le confesé al cielo poroso que el pajarillo tenia corazón de dinamita y todos quisieron prenderme fuego.
Los amigos de Bambi usan el caso de Bambi para hablar de proyecciones y espejos. Desde la cueva el oso vocifera que Bambi sonríe con sangre entre las encías y que eso lo hace ver ridículo en todas las fotos.
Mi perseverancia es mi mayor debilidad, puedo permanecer en estado de putrefacción quizás eternamente.
¿Cuándo dejaré esta granja? Eso creo que lo pregunta Bambi.
La consciencia de ser consciente me destruye, mi inteligencia me hace débil y responsable a sobremanera, no quiero ver nada esta noche, ser ciego con boca. La sirenita disuelta en espuma porque no recibió el beso ningún viernes y sus pies ya no deslizan ni saben. Aquí yace mi esfuerzo por ser poético. ¿Te gustó lo que dije?
Bambi va al teatro con vos! Se retuerce en la butaca, avanza casilleros, retrocede, cae en un pozo, la bruja enguantada de piel de dálmata le tironea de la pata para que caiga y quede aplastado en el escenario. Bambi supone un dialogo con tu cuerpo, entre espirales de veneno violeta cree escuchar un “me gustas” del ruiseñor. Inmediatamente cree estar loco y se asusta de sus dimensiones, cree que lo estas mirando, piensa que su cara es quilométrica, sus hombros los de un gigante, su cuello de boxeador, su torso de guitarra y sus gestos de mamarracho, piensa que el pájaro se aterra y migra. El pájaro sigue ahí. Los cuernos siguen blancos e inmaculados, lanzan misiles y rayos lasers para cazarte y casarse.
Adentro de Bambi rebotan mil pelotitas de naftalina sin parar, intentan limpiar la crudeza de un amor vergonzoso. No puedo seguir viviendo entre cerebros. Vos te pusiste mas lindo y yo sigo buscando cartas bajo la manga. Mi aliento naranja, el diablo, la lengua oscura y goteante.
Que el maestro alado de barba plateada apague su paladar, quemándose la lengua con el mate chai de la clase. Enreden mis neuronas y sáquenlas a pasear. Invítenme a la oscuridad de mi mente. Oscureceros aunque no queráis oscureceros, conoced la fuente del amor incluso aunque no queráis enamoraros.
Bambi piensa que tu amor es como el holograma de autenticidad de Disney. APARECE Y DESAPARECE APARECE Y DESAPARECE APARECE Y DESAPARECE
El pelaje de Bambi se pone verde cuando su amigo el caballo despotrica y luce sus músculos, se pone verdísimo si el pajarillo se apoya sobre las crines del semental y come sus piojos. Un día los celos me comerán tanto que de mí solo quedará un cartílago o una falange de un dedito inocente apuntando a tu quijada, pero otro día va a ser verano y vamos a estar rodeados de bombitas de agua, por fin voy a tener shorts, voy a acercarme hasta traspasar tu luna y te voy a alzar como a un bebé, vamos a ver todas las estrellas en pares así como lo ve Bambi. El quiebre, la malformación, la tangente, el beso.
Bambi quiere que sepas que es un varón de verdad.
Me vine del bosque, luche con los lobos. Arruinaron mi abrigo. Fui lazarillo de hombres ciegos y pinté mi pelo con paint. Mis dedos quedaron enchastrados con cascaras de huevo y pedacitos de globos rojos y reventados. El otro día me dijiste algo lindo y mi cara se deformó. ¿Te acordas de mi?
Bambi dice que te quiere escuchar, que le gustan tus ojos y también la mirada. Dice que puede ver el estanque de agua plateada silbante que habita en tu corazón de pájaro azul.
Hay una bruja, saca su mano enguantada en cuero negro y quiere robar mis huevos de pascuas o los rellena con aliento amargo. A veces me doy cuenta, otras no porque pienso en el pájaro.
Bambi propone “Juntémonos a vomitar murciélagos” dice que le gusta tu talón y tu Aquiles y que si queres hacemos una casita del árbol. Ahora Bambi es valiente.
La niña africana quería leer poesía esta noche, ja ja ja, le confesé al cielo poroso que el pajarillo tenia corazón de dinamita y todos quisieron prenderme fuego.
Los amigos de Bambi usan el caso de Bambi para hablar de proyecciones y espejos. Desde la cueva el oso vocifera que Bambi sonríe con sangre entre las encías y que eso lo hace ver ridículo en todas las fotos.
Mi perseverancia es mi mayor debilidad, puedo permanecer en estado de putrefacción quizás eternamente.
¿Cuándo dejaré esta granja? Eso creo que lo pregunta Bambi.
La consciencia de ser consciente me destruye, mi inteligencia me hace débil y responsable a sobremanera, no quiero ver nada esta noche, ser ciego con boca. La sirenita disuelta en espuma porque no recibió el beso ningún viernes y sus pies ya no deslizan ni saben. Aquí yace mi esfuerzo por ser poético. ¿Te gustó lo que dije?
Bambi va al teatro con vos! Se retuerce en la butaca, avanza casilleros, retrocede, cae en un pozo, la bruja enguantada de piel de dálmata le tironea de la pata para que caiga y quede aplastado en el escenario. Bambi supone un dialogo con tu cuerpo, entre espirales de veneno violeta cree escuchar un “me gustas” del ruiseñor. Inmediatamente cree estar loco y se asusta de sus dimensiones, cree que lo estas mirando, piensa que su cara es quilométrica, sus hombros los de un gigante, su cuello de boxeador, su torso de guitarra y sus gestos de mamarracho, piensa que el pájaro se aterra y migra. El pájaro sigue ahí. Los cuernos siguen blancos e inmaculados, lanzan misiles y rayos lasers para cazarte y casarse.
Adentro de Bambi rebotan mil pelotitas de naftalina sin parar, intentan limpiar la crudeza de un amor vergonzoso. No puedo seguir viviendo entre cerebros. Vos te pusiste mas lindo y yo sigo buscando cartas bajo la manga. Mi aliento naranja, el diablo, la lengua oscura y goteante.
Que el maestro alado de barba plateada apague su paladar, quemándose la lengua con el mate chai de la clase. Enreden mis neuronas y sáquenlas a pasear. Invítenme a la oscuridad de mi mente. Oscureceros aunque no queráis oscureceros, conoced la fuente del amor incluso aunque no queráis enamoraros.
Bambi piensa que tu amor es como el holograma de autenticidad de Disney. APARECE Y DESAPARECE APARECE Y DESAPARECE APARECE Y DESAPARECE
El pelaje de Bambi se pone verde cuando su amigo el caballo despotrica y luce sus músculos, se pone verdísimo si el pajarillo se apoya sobre las crines del semental y come sus piojos. Un día los celos me comerán tanto que de mí solo quedará un cartílago o una falange de un dedito inocente apuntando a tu quijada, pero otro día va a ser verano y vamos a estar rodeados de bombitas de agua, por fin voy a tener shorts, voy a acercarme hasta traspasar tu luna y te voy a alzar como a un bebé, vamos a ver todas las estrellas en pares así como lo ve Bambi. El quiebre, la malformación, la tangente, el beso.
Bambi quiere que sepas que es un varón de verdad.
Me vine del bosque, luche con los lobos. Arruinaron mi abrigo. Fui lazarillo de hombres ciegos y pinté mi pelo con paint. Mis dedos quedaron enchastrados con cascaras de huevo y pedacitos de globos rojos y reventados. El otro día me dijiste algo lindo y mi cara se deformó. ¿Te acordas de mi?
Gianluca Zonzini
Nació en Buenos Aires en 1992. Es actor, performer y entre otras cosas escribe poesías y textos literarios.
Estudió artes audiovisuales en la UNA y actuación en Granate Espacio con Paula Herrera Nóbile con quien hizo varias obras performaticas y teatrales. En Granate trabajó como docente dando clases de actuación y organizando eventos, muestras y slams de poesía.
Estudió actuación con Ricardo Bartis durante tres años, canto con Gabriela Zapata y desde el 2013 hasta la actualidad estudia danza con Leticia Mazur.
Actúo en la adaptación teatral del poemario MALVIAJE de Gael Policano Rossi dirigida por Alberto Antonio Romero. Integra el elenco de Diarios del Odio de Silvio Lang, obra en la que se desempeña junto con una banda, cantando y componiendo canciones basadas en el poemario de Roberto Jacoby y Syd Krochmalny. Actualmente hace funciones de Los Huesos, obra de danza dirigida por Leticia Mazur
Estudió artes audiovisuales en la UNA y actuación en Granate Espacio con Paula Herrera Nóbile con quien hizo varias obras performaticas y teatrales. En Granate trabajó como docente dando clases de actuación y organizando eventos, muestras y slams de poesía.
Estudió actuación con Ricardo Bartis durante tres años, canto con Gabriela Zapata y desde el 2013 hasta la actualidad estudia danza con Leticia Mazur.
Actúo en la adaptación teatral del poemario MALVIAJE de Gael Policano Rossi dirigida por Alberto Antonio Romero. Integra el elenco de Diarios del Odio de Silvio Lang, obra en la que se desempeña junto con una banda, cantando y componiendo canciones basadas en el poemario de Roberto Jacoby y Syd Krochmalny. Actualmente hace funciones de Los Huesos, obra de danza dirigida por Leticia Mazur
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